A lo largo de nuestro tiempo introduciendo diversos temas en nuestras entradas, siempre hemos recalcado la importancia de cuidar de las llantas de nuestro vehículo, y cómo éstas representan una parte fundamental dentro del funcionamiento del mismo.

Pues bien, el día de hoy mencionaremos los 5 mayores riesgos que se corren al llevar los neumáticos montados en mal estado, y que por ende, pueden ocasionar terribles accidentes.

  1. Explosión: Los famosos “banquetazos”, una llanta con más de 6 años o una baja presión de inflado son algunas razones que pueden provocar que una llanta explote; tal suceso puede causar averías al rin, como una rotura, hasta la pérdida de control al manejar, que puede terminar en el vehículo volcándose.
  2. Ponchaduras: Las terribles ponchaduras pueden aumentar exponencialmente su riesgo de padecerlas, si la banda de rodadura está desgastada, o incluso si se lleva una presión inadecuada.
  3. Desprendimiento de la banda de rodadura: Esto suele suceder en la mayoría de ocasiones debido al uso de neumáticos recauchutados, ya sea por un mal sistema de enfriamiento o por una baja presión de inflado. Aunque también puede suceder con las llantas regulares tras un largo periodo de inactividad, que incentivan el envejecimiento de la goma, pudiendo llegar a provocar este problema.
  4. Desllantado: Se trata de un problema bastante delicado en el que si la presión de inflado es muy baja, el flanco de la llanta puede deformarse demasiado al tomar las curvas, llegando a desllantarse. Si esto sucede, y el rin toca el asfalto con el coche apoyándose en él, hay una riesgosa y alta probabilidad de volcarse.
  5. Averías en la tracción: Las llantas con un desgaste irregular y desigual en cada eje, o con una presión inadecuada, pueden provocar graves averías en el diferencial central, una pieza que regula la tracción del vehículo, y cuya reparación y/o sustitución no es precisamente económica.

Como podrás notar, los riesgos son varios y no son cualquier cosa. Por ello es importante que las llantas en nuestro vehículo se mantengan en las mejores condiciones.

Por supuesto, hay que recordar que una llanta cumple su periodo de vida útil tras haber recorrido alrededor de 50,000 km o hayan pasado 5 años (lo que suceda primero), y una vez esto ocurra, es necesario cambiarlas.

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